Madre Descubre que Expolicía Presuntamente Ligado al Narco Era Candidato a Elección Judicial
Rosalinda Ávalos entró al Congreso potosino para denunciar a Sabas Ipiña; su intervención provocó que el expolicía fuera bajado de la contienda

El pasado 12 de febrero, Rosalinda Ávalos irrumpió en la sesión del Congreso de San Luis Potosí para exigir que el expolicía ministerial Sabas Santiago Ipiña, fuera excluido de las listas de la elección judicial.
“Es una persona que está vinculada al Cártel Jalisco y ahorita acaba de mencionar que va directo a la boleta; o sea ¿Cómo lo evaluaron. Tengo datos, pruebas de que era parte del Cártel de la Ministerial por eso mataron a mis hijos.”
Según Rosalinda, el hombre está vinculado con Roberto Carlos ‘N’, alias El Cappuccino o El Cometa, jefe de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación y presunto responsable del asesinato de sus dos hijos: Carlos, de 20 años de edad, y Daniela, de 18 años, en noviembre de 2020.
“Mi hija, la mayor, me llama, diciéndome ‘mamá, ven a la casa, nos dispararon’. Del lado del conductor, estaba mi hijo Carlos, que tenía 20 años, estudiaba para chef; del lado del copiloto, llena de sangre, llorando y gritando, estaba mi hija, la mayor.”
¿Por qué asesinaron a los hijos de Rosalinda?
Rosalinda sostiene que el crimen fue en represalia por haber denunciado a excompañeros suyos, en el Grupo Ministerial de la Delegación La Pila, de formar parte del crimen organizado.
“Yo descubrí a dos de mis compañeros, que nada tenían que hacer en esa zona, con un vehículo robado, una camioneta que había sido reportada robada con violencia.”
Dice que días después, recibió amenazas desde un teléfono que era de El Cometa y que este era protegido por Sabas Santiago Ipiña, que entonces era jefe de del Área de Combate al Narcomenudeo.
Tras su reclamo, la junta de Coordinación Política del Congreso potosino le garantizó a la mujer que Sabas Ipiña no figuraría en las listas.
El Cártel de la Ministerial, ¿Cómo operaba?
Desde 2018, En Punto dio seguimiento al Cártel de la Ministerial, que operaba en San Luis Potosí, conformado por elementos de seguridad de todos los niveles, dedicados al robo de vehículos, negocios, narcomenudeo tras decomisos, y cobro a civiles para no ejecutar órdenes de aprehensión.